El sector facturó, en 2009, cerca de 8 mil millones de euros, concentrando más de la mitad de la producción nacional de contenidos audiovisuales, y el 60% del volumen de facturación del sector TIC audiovisual.
Madrid, 5 de octubre de 2011.- En el sector audiovisual se está generalizando la convergencia digital, la multiplicación de soportes y la entrada de nuevos agentes. El empresariado madrileño no es una excepción, si atendemos a los datos aportados por Madrid Network Cluster Audiovisual, dirigido por Fernando de Garcillán Prieto y que, junto con el resto de clusters audiovisuales españoles, tendrá una activa presencia en la próxima edición del Salón Profesional Internacional de la Tecnología Audiovisual, BROADCAST it! 2011, que convoca IFEMA entre el 25 y el 28 de octubre de 2011, en la Feria de Madrid.
De hecho, a la hora de cuantificar lo que representa este sector, se ha considerado, entre otras, a aquellas empresas que están apostando por rediseñar sus contenidos, para adaptarlos a las nuevas ventanas de explotación, contribuyendo así a configurar una remodelada industria audiovisual.
El sector audiovisual madrileño, integrado por más de 700 empresas, además de 14 universidades, facturó, en 2009, por valor de 7.650 millones de euros y generó alrededor de 28.000 puestos de trabajo directos. Unas cifras que representan alrededor del 4% del PIB de la Comunidad de Madrid. Asimismo, el cluster madrileño concentra más de la mitad de la producción nacional de contenidos audiovisuales, y el 60% del volumen de facturación del sector TIC audiovisual.
Hay varios rasgos que definen al empresariado audiovisual de Madrid. El 75% de las compañías son microempresas, es decir, facturan menos de 2 millones al año; mientras que una minoría de firmas concentra el 90% de la facturación total.
Asimismo, destaca la proliferación de nuevas empresas tecnológicas, que hacen una seria apuesta por lo digital: compañías desarrolladoras de software, distribuidoras e implementadotas; desarrolladores de aplicaciones y arquitecturas de red, que contribuyen a una mejor adaptación de la industria audiovisual a los nuevos retos, haciéndose a la vez, más competitiva.
El 85% del volumen de negocio corresponde todavía a empresas que se podría calificar como “tradicionales”, debido a la elevada presencia en Madrid de productoras audiovisuales que surten a las emisoras nacionales de televisión, aparte de una importante presencia de distribuidoras extranjeras.
Sin embargo, apunta ya el “nuevo” audiovisual, que ha experimentado un crecimiento interanual de su facturación próximo al 16%, frente a apenas un 2% registrado por el “tradicional”. En este sentido, conviene resaltar el crecimiento de compañías de creación de video juegos (un 21% más con respecto a 2008) y a contenidos de ocio interactivo y digital (+ 80% en el mismo periodo), si bien, encontrándose todavía en un nivel modesto de negocio.
Otro aspecto a considerar es la notable externalización de servicios que se observa en este ámbito. Así es, las firmas de edición técnica de contenidos (postproducción, sonorización, efectos digitales o doblaje) registraron en Madrid, en 2009, un aumento de casi el 50%. Dicho porcentaje confirma la tendencia de las grandes firmas de destinar tanto recursos como infraestructura a tareas de un mayor valor añadido, que definan su negocio, al tiempo que subcontratan a otras compañías especializadas, para atender otras necesidades.
Como conclusión, se puede afirmar que el futuro para las empresas del sector de tecnología audiovisual pasa por adaptarse, con rapidez, a los cambios tecnológicos y en saber aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan de diversificación de negocio. Una actitud capaz de sortear la ralentización económica por la que atravesamos. En cambio, quienes continúen apostando en exclusiva por procesos y ventanas de distribución puramente tradicionales, verán reducirse paulatinamente sus márgenes comerciales.
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